Imagina que atrapado entre charlatanes del tres al cuarto, tu vida sea decidida por lo que ellos quieran. Que los hombres no pueden ser hombres, y que debamos demostrar nuestra inocencia. Que, tu alimentación deba ser la que ellos quieran. La educación la que ellos crean correcta. Tu dinero, el que ellos quieran dejarte; y tu contribución al estado, las que ellos decidan a diario. Imagina que eres un superviviente que mantiene al 70% de la sociedad con tus impuestos; y que mermamos tanto, que el sistema se derrumba. Las pensiones y funcionarios, no se pueden mantener, y nos vienen llorando a que creamos de nuevo en el sistema... pero perdimos la fe, vivimos tanto tiemop en el miedo y en la lucha, y nos hemos levantado tantas veces que no podemos dejar que la fe dicte nuestro futuro, porque nosotros somos el futuro: el nuestro, primero; y el suyo, después.
Imagina que eso está en una balanza a punto de romperse. Un sistema donde mentirosos tienen el poder. Donde la mentira es la campaña para engañar a la sociedad. Imagina que los partidos juegan a ver quién miente más, y quién estira más la cuerda hasta que nos ahorca. Estamos en la plaza del pueblo, escuchando los gritos del propio pueblo con antorchas, mientras nos quieren quemar. No saben que somos su pan, el que luego no tendrán, el que cuando nos cansemos, su mentiroso del tres al cuarto se comerá en su cara y no le darán. Lo lamentarán, cuando nos marchemos, y la miseria llegue "y no, no se llevará a los nietos del rey", se llevará a los hijos del pueblo.
Imagina, que estas letras te incomodan, que no soy libre de escribir lo que quiera y lo que me de la gana. Imagina que la propaganda inventada, gana a la verdad, y ésta, es una "verdad" confeccionada. Preparada, masticada y vomitada para que el pueblo coma. Una pasta insípida, llena de gusanos, casi putrefacta, que os convencen de que es a lo mejor a lo que podéis aspirar. Ese aire viciado, es lo mejor a lo que podréis llegar. Y esa vivienda precaria, es lo que mejor os podéis permitir. Una vida trabajando, ¿para qué? Para alimentarlos, en vez de egoistamente crecer en tu vida y disfrutar.
No, no nos venceréis con vuestro relato. Porque nosotros, somos más fuertes.