Las garrapatas del poder son muy complicadas de quitar. Éstas no se quitan con gasolina, ni con collares. Una vez que empiezan a chupar poder, no hay quien las pare. Son capaces de dejar secos a su plebe con tal de no soltar el poder. Estamos viendo una etapa de la política que es digna de aparecer en libros de estudio. Cómo una persona, la garrapata número 1, es capaz de ver arder un país, y no querer soltar el poder. Ya pueda tener a media o familia entera entre "presuntos" delitos; y más de medio partido hasta el cuello de mierda... y noooooo no llegaron al poder democráticamente, llegaron al poder con una moción de censura. Que las mentiras no calan. Imagina llegar al poder para salvarnos de la corrupción y calarse el más grande de los "sujétame el cubata" y traernos la corrupción más grande que haya podido existir en un país.
Y es que mucho está aguantando vivo Aldama con la mafia que se cuece en ese partido político de siglas PSOE. Y es que como ya comentaba antes, ya nadie queda digno de no ser corrupto del poder y del dinero. Muchos españoles decentes podemos dormir tranquilos, sobre todo, con la conciencia tranquila; de no estar vivos para martirizar o reventar un país con el paso de los días, meses o años, y reirse en la cara de la sociedad que le paga las putas y los viajes a él y medio país de garrapatas.
Y es tal, la capacidad de mentir en vivo y en directo que debe haber un componente genético de personas rastreras. Son las cobardes éstas que aparecen en las películas y que siempre ves morir de la peor manera y hasta te alegras, con cierta satisfacción. Pero en la vida real, éstas son garrapatas que no hay manera de matarlas.