El juego está comenzando. Escalando notas poco a poco, entre verdades y "verdades". Juegos baratos de distracción y burdos efectos. Engañabobos, donde a golpe de ley dirigen para engañar al pueblo. La actuación, las palabras, las manos de una forma, aconsejados por sus dirigentes para engañar mejor. Porque ya no se trata de mejorar la vida de los demás, o de cumplir tu palabra. Se trata de engañar, robar y terminar viviendo de lo robado.
Y hablo de una izquierda chupando del poder como si la vida le fuera en ello. Y le va, pues una vez catan los placeres del buen vivir, volver a donde vienen es complicado. Así que se aferran al poder, porque el poder les trae dinero y el dinero corrempe a aquellos que no saben llevarlo.
Por otro lado tenemos una derecha sin huevos, y lo peor es que tiene los huevos rotos, entre PP y VOX, uno para cada lado y en ocasiones hasta peleándose, como cuando se te monta uno encima de otro y molestan más que otra cosa.
Pues el tema es que el juego televisivo, el juego de periodistas hablando y hablando, tonterías y distrayendo al pueblucho con salseo, es lo que merecemos para seguir viviendo una mentira que dicen que es la mejor mentira del mundo.
Y eso es lo que consiguen, te engañan, te quitan todo y encima, los gilipollas, hasta le dan las gracias.
Ven conmigo, que yo no juego.